
« En una clase de Lengua Española de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, una joven profesora desarrolla sus explicaciones delante de la pizarra, dificultando la visión de lo que ha escrito en ella hace unos momentos. Al fondo se alza entonces la voz de un estudiante que le dice con un marcado acento extranjero: –Oye, tía, no veo. Más a la derecha, por favor (señalando con la mano). Silencio absoluto en el aula y miradas de sorpresa hacia el estudiante que acaba de hablar ».
Los desajustes comunicativos que se producen en esta situación sirven para reparar en la importancia de enseñar una lengua teniendo en cuenta los aspectos operativos, contextuales, de conducta lingüística esperable, en definitiva, pragmáticos. En 1962 J. L. Austin, con su libro How to Do Things with Words, planteó la teoría de los actos de habla y con ello comenzaron a cobrar importancia aspectos relacionados con la comunicación más allá de las disciplinas del código sobre las que se habían fundado los estructuralismos y la lingüística generativa. El cambio revolucionario que supuso la irrupción de la pragmática se condesaba en «una idea […]: hablar no consiste esencialmente en codificar y descodificar mensajes, sino en realizar actos con palabras» (Gutiérrez Ordóñez, 2021).
La importancia de la adecuación lingüística
Así pues, cuestiones pragmáticas relativas a los conceptos de adecuación, pertinencia, conveniencia o conducta lingüística convencionalizada son las que explican el asombro de la clase cuando escuchan a ese estudiante extranjero dirigirse de esa forma a una profesora de universidad. Pese a la corrección gramatical de su enunciado, el mensaje no es correcto desde el punto de vista de la adecuación pragmática por no seguir las normas de cortesía por las que se regula el uso social y cultural de la lengua.
Prueba evidente de la importancia de la dimensión pragmática en la enseñanza/aprendizaje de un idioma es que el propio Plan Curricular del Instituto Cervantes dedica un apartado a las tácticas y estrategias pragmáticas, de carácter transversal a otros apartados y de importancia capital en la enseñanza del español como L2/LE.
¿Cómo transferir los contenidos pragmáticos al aula?
Uno de los conceptos que hemos apuntado anteriormente es el de la adecuación, fundamental a la hora de saber cómo usar los recursos pragmáticos en función de las intenciones de los hablantes. Por ello, los mecanismos y recursos pragmáticos no se pueden enseñar de forma aislada, sino siempre en contextos que sirvan para mostrar la adecuación de la intención de los hablantes a la situación dada. He aquí unas muestras de cómo se pueden plantear a través de viñetas.

- ¿eh? como fórmula para pedir confirmación de algo de forma encubierta
- ¿Que era quién? Interrogativa eco para recuperar parte de una información que no hemos entendido bien

- De ese tema / eso, fórmulas para no repetir información previa.
- ¿En serio que …? para cuestionar una información previa de manera directa.
- ¿No me vas a presentar a …? como fórmula indirecta para pedir que nos presenten a alguien
Como se puede ver, las distintas fórmulas pragmáticas se presentan en contextos donde es fácil comprender la intención y su uso (posición, entonación, ritmo), todo ello gracias
a que estas viñetas también están grabadas. En caso de usar otro material, es fundamental que el docente muestre las connotaciones pragmáticas que implica una entonación u otra.
¿Qué tipo de actividades son relevantes para enseñar pragmática?
Es importante que se planteen actividades de reflexión e inferencia con apoyo teórico que sirva para sistematizar y anclar mejor los contenidos pragmáticos y sus mecanismos correspondientes. Aquí vemos una mue
Actividad con un diálogo contextualizador de fórmulas para atenuar el tú con su correspondiente ficha explicativa.

Estas actividades han de estar complementadas con otras donde el estudiante aplique lo aprendido en situaciones funcionales que le obliguen a tomar un papel activo y productivo con el fin de comprobar si emplea adecuadamente los distintos recursos pragmáticos.
Un material con la intención como base de una comunicación eficaz
Por lo anteriormente expuesto y por la necesidad de mostrar al alumnado situaciones cotidianas donde se presenten recursos pragmáticos adecuados (las tácticas y estrategias de las que habla el Plan Curricular), AnayaEle ha publicado un manual para atender a contenidos pragmáticos desde una perspectiva teórico-práctica graduado por niveles, según los descriptores del Plan Curricular.
Su objetivo es analizar, de forma sencilla y a través de viñetas motivadoras, cómo varían el significado y el sentido de las interacciones comunicativas en función de las intenciones de los hablantes, de los contextos de uso y de la finalidad de los intercambios, de las inferencias que se hacen al hablar dependiendo de quiénes son los interlocutores. Los ítems pragmáticos se presentan en su uso operativo y funcional en contextos bien definidos para que el alumno pueda observarlos, reflexionar sobre ellos, desgranar sus valores e intenciones de manera inferencial, para posteriormente pasar a la acción, al uso en situaciones de comunicación definidas.
En este manual se trata un amplio compendio de los contenidos pragmáticos que guían una conversación eficaz: desde las fórmulas que rigen la dinámica de los saludos, las formas de cortesía hasta los valores pragmáticos de los tiempos verbales.
Como la pragmática está implicada en todas las parcelas de la lengua, en este manual se incluye abundante material audio para mostrar la importancia de la entonación y otros aspectos prosódicos a la hora de establecer una conversación adecuada al contexto y eficaz desde el punto de vista de la intencionalidad del interlocutor.
Asimismo, el manual contiene multitud de actividades para desarrollar en el aula que permitirán al alumnado captar diferencias de intencionalidad entre las distintas producciones lingüísticas, y eso será la base para que en el futuro pueda manejarse en una conversación o escribir un texto atendiendo a criterios de pertinencia, adecuación y eficacia comunicativa.