El cuerpo indica fácil para dónde hay que girar. El vals conduce, los dos, lo seguimos y ya está.
Si es mi papá la pareja yo finjo que salió bien, los adultos nunca saben para qué lado se va. Si es un amigo no importa, es un rock lento y la solución nos embarga con la risa a esta edad nada me obliga a saber bailar vals. Si es mi hermano qué desastre, tiene su título familiar.
Pero…. si es él, todo cambia. Hay que bailar como si nuestras miradas no fueran lo principal de ese lugar. Es un amigo, más lindo, más soñador, más frecuente, con futuro ignorado pero previsto hasta el fin. Hay dos palabras que están retenidas y no dichas todos las saben pero no hay nadie que lo diga en el pregón: PARA SIEMPRE.
Qué es para siempre me dice yo lo pregunté primero… para siempre es lo que sentimos y vamos a sentir… cuando se acabe ya no es y nadie dijo mentiras… mientras lo fue era lo más lindo, permanente, lo que duraba sin empañar, lo que sería porque hoy es la eternidad.
El vals nada sabe de todo este filosofar. Sus compases son los mismos y más lindos cada vez. Duremos, amor, duremos, mientras dure soy feliz. Te lo prometo todo porque lo puedo cumplir, las nubes son tan fáciles de andar.